16 jul 2017

Play Boy presenta su tienda de muñecas sexuales y vaginas en 3D


"Playdolls" es una realidad. Tener una experiencia sexual con una muñeca de silicona es algo que ya muchos han vivido (algunos en extremo), pero hoy nos enteramos que Play Boy acaba de inaugurar su tienda en Valencia, y que próximamente lo hará en Murcia.

Las muñecas de silicona son un éxito, y Play Boy no podía pasar esta oportunidad. La más barata cuesta unos 159 euros. Es importante destacar la perfección y belleza de los ejemplares, los cuales siguen los estereotipos habituales en la industria del porno. Ya saben: rubias, de senos inmensos, curvas perfectas y cinturita de avispa. ¿Parecen mujeres de verdad? Casi.

En la categoría de muñecas premium hay algunas que cuestan 195 euros. En el mismo rubro encontramos las vaginas en 3D y la publicidad dice así: 

“Completa tú Playdoll con el sexo virtual gracias a nuestra nueva aplicación.

El Cybersex de PLAYDOLLS es un equipo de sexo virtual avanzado que tiene un increíble sensor que estimulará el pene con cada movimiento programado en la APP, a la vez que vas viendo sexo virtual en 3D. Estará conectado vía bluetooth, sentirás el SEXO”.

(FUENTE: peru21.pe)

11 jul 2017

“El futuro del porno es de las trans”: hablamos con una actriz porno transexual mexicana


Karla Carrillo comenzó su transición a los 17 años. Hoy, a sus 24, gana entre 2,500 y 3,000 dólares por grabar una escena de porno trans.

A los 17 años, Karla Carrillo tomó una decisión. Era tanta su necesidad por salir de fiesta, que sus amigas travestis se encargaron de maquillarla y vestirla como ellas para que pareciera mayor y pudiera entrar sin identificación a los clubes. "Una vez vestida de mujer, nunca más quise dejar de usar tacones", asegura esta joven de 24 años nacida en Mazatlán, Sinaloa. "A los 18 estaba con mis primeras cirugías, y así poco a poco me transformé y me convertí en lo que hoy ven".

Dos años después de iniciada su transición, recibió una invitación de Ana Mancini, una reconocida estrella de porno argentina, para comenzar a filmar porno transexual. "Siempre fui muy adelantada. Cuando tenía 19 años ya estaba posicionada en el mundo de escorts transexuales como una de las mejores en México".

"Mujeres con pene" representa una de las categorías de pornografía más buscadas por los hombres en internet. Por otro lado, México se encuentra dentro de los primeros diez países que más consumen porno en el planeta y los mexicanos invierten nueve minutos durante cada sesión en una página porno. Decidimos escribirle a la actriz mexicana Karla Carrillo para conocer más sobre el porno mexicano y el futuro del género trans.

VICE: ¿Cómo comenzaste a hacer porno?
Karla Carrillo: Siempre fui muy adelantada. Cuando tenía 19 años ya estaba posicionada en el mundo de escorts transexuales como una de las mejores en México. Comencé a hacer porno por la invitación de Ana Mancini, una estrella porno argentina muy famosa. Al principio no me pareció agradable y me alejé por dos años; no lo vi como prioridad. Después volví a recibir la invitación, me convencieron, y ahora quiero más y más de esto.

¿Fue difícil entrar en la industria pornográfica?
Lo más difícil es la espera de saber si te volverán a llamar, si están interesados, si lograrás pasar al siguiente nivel. Pero vale la pena el optimismo y la confianza en uno mismo.

¿Cuánto ganas por filmar una escena?
De 2,500 a 3,000 dólares. Depende de los contratos que tengas y de las productoras con las que trabajes. Alcanzar un nombre dentro de esto lleva tiempo y no todos lo logran, pero como dicen por ahí: "el que persevera, alcanza". Y en el camino estoy, cada vez más cerca.

¿Tienes alguna inspiración?
Me inspiro precisamente en quien me invitó a participar por primera vez en esto, Ana Mancini. Ahora está retirada, vive tranquila, feliz y disfrutando de lo que un día ganó grabando porno.

¿Cuál es tu fantasía más grande?
Una orgía con cuatro chicos musculosos, todos intersexuales y con ganas de pasarla rico. Hacer todo con todos, entre ellos y ellos conmigo. Ay, ¡que cochina soy!

¿Ves futuro en el porno trans?
Sí. Hablando con actores de otros países todos apostamos a que sí, que el futuro del porno es de las trans.

¿Qué piensas de la cirugía de reasignación de sexo?
Es un sueño. Aún pienso día a día si es lo necesario para que una transexual sea completamente feliz y aceptada, pero el momento estoy aprovechando lo que la naturaleza me dio para alcanzar mis metas.

¿Por qué crees que las personas ven tus videos?
Por fantasía, morbo y porque les excita. Les atrae una mujer con una cosa como la que yo tengo.

¿Qué es lo más difícil de hacer porno?
El tener que estar con más personas. El romper con la intimidad y los ojos de otras personas mientras te miran con morbo. Algunos no siguen en esto por eso; esto está lleno de secretos. Nadie te dice a lo que te enfrentas, lo descubres cuando grabas.

(FUENTE: infobae.com)

Sexo con robots: esto es lo que los científicos temen que ocurra cuando sean perfectos


Lo que antes eran muñecas pronto serán robots humanoides sexuales. En algún momento de los próximos años el mercado del sexo estará masificado por esa primera afirmación que todavía percibimos como lejana. Precisamente por ello, los investigadores están planteando fronteras antes de tener problemas.

En el fondo, el debate en torno al sexo con robots es una evolución al debate y el estigma que existía en el siglo XX con las muñecas. Quizás con una gran diferencia: todo apunta que lo que está por venir son cuerpos artificiales tan similares al ser humano que costará percibir lo “real” del “plástico”.

Pensemos en las muñecas sexuales. Aquello fue un invento de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. La idea era que las muñecas detuviesen el contagio masivo de enfermedades de las prostitutas francesas. Desde entonces, el salto “evolutivo” ha sido tan grande que podríamos decir que hablamos de cosas distintas.

El imperio creado por Matt McMullen es un buen ejemplo. El hombre está en la Pole para erigirse como el mesías del sexo con máquinas. Él es el fundador de RealDolls, posiblemente el mayor o uno de los mayores objetos de lujo sexual, de los más exclusivos por su precio. Se trata de muñecas a la carta muy humanas a las que les falta un último detalle en el que se trabaja actualmente. Dotarlas de movimientos y respuestas.


Su prototipo más avanzado se llamará Harmony y aseguran que será un robot que puede mover los ojos y hablar. Todo ello a través de una tableta conectada a una aplicación del dueño/usuario.

Sin embargo, McMullen sabe que el imperio que ha creado se puede venir abajo si consigue que sus sofisticadas muñecas sean demasiado reales. Entonces, la sorpresa y la perfección pueden dar paso al asco o la repulsión, al miedo de reconocer a un objeto que se parece demasiado a ti. Veamos que dicen los estudios.

Sexo, robots y normas
Hace varios meses recordábamos la teoría del Valle Inquietante formulada por el profesor y experto en robótica, Masahiro Mori. El profesor sostiene desde hace décadas que como las simulaciones en apariencia y/o movimiento de los seres humanos es cada vez más precisa y realista, existirá un punto en el que el interés de los seres humanos en la creación de un humanoide se transforme en absoluta repulsión.

Supongo que antes de ello primero tocará un periplo de experimentación. En el año 2015 se publicó un artículo académico liderado por Kathleen Richardson, investigadora sobre ética y robótica en la Universidad De Montfort. La mujer consideraba que la industria está extendiendo el problema de la prostitución a las máquinas, y que esto no es ético ni seguro. El trabajo argumentaba que estos tres puntos serán una barrera difícil de superar:

El sexo con robots deshumaniza a las mujeres
La visión que tenemos de los robots sexuales se asemeja al intercambio prostituta-cliente, que consiste en reconocer únicamente las necesidades y deseos del comprador de sexo (mientras que el vendedor carece de subjetividad y es tan sólo un objeto)
La producción de robots sexuales demuestra los horrores aún presentes en el mundo de la prostitución, construido sobre la percepción de que las mujeres son seres inferiores (lo que justifica que puedan ser usados como objetos sexuales)

Noel Sharkey, profesor de robótica e IA de la Universidad de Sheffield, decía estos días que no debemos dar la espalda a preguntas tan incómodas como la siguiente: “¿Deberíamos prohibir la importación de robots sexuales diseñados para parecer niños?”

El investigador publicó este mes un trabajo bajo el título de Our Sexual Future With Robots (“Nuestro futuro sexual con robots”), un informe donde habla de sus preocupaciones sobre el fenómeno que está comenzando y el impacto que va a tener en el ser humano.

El profesor aviva un escenario que hemos visto en la literatura y en las películas, y que quizá por ello, siempre nos ha parecido lejano. Sharkey señala algunos de los usos probables que podrán tener los robots sexuales:

-Robots prostitutas que trabajan en burdeles.
-Nuevos tipos de “cura sexual”.
-Acompañantes sexuales para personas que se sienten solos o personas mayores.
-Como herramienta de terapias sexuales para violadores y pedófilos.

Precisamente el último punto, el de la pedofilia, es el que parece más problemático. Las muñecas de aspecto infantil ya existen, y países como Canadá están determinando si deberían o no ser ilegales. Según Kathleen Richardson, experta en ética en la robótica de la Universidad de Montfort (Reino Unido):

Creo que Sharkey tiene razón en cuanto a la prohibición de las muñecas sexuales de aspecto infantil. Sin embargo, el verdadero problema no son las muñecas, sino el comercio sexual. Los robots sexuales no son más que otro tipo de pornografía. Este tipo de robots incrementarán, inevitablemente, el aislamiento social.
Para Richardson hay problema de enfoque en el trabajo del profesor: prácticamente hablamos de un mercado centrado en el hombre, apenas hay mercado femenino, y por tanto, no se trata de un problema de géneros.

Sea como fuere, parece que el planteamiento de los últimos trabajos difiere de la propuesta de Asimov. Después de todo, quizás no necesitemos reglas para las máquinas. Quizás, cuando los robots sexuales sean tan similares a nosotros, necesitemos reglas para nosotros.

(FUENTE: es.gizmodo.com)

¿Qué se siente ser pareja de una actriz porno?


La industria pornográfica ha roto tabúes a lo largo de su historia, uno de los principales consiste en cómo se considera el sexo y las relaciones de pareja dentro de la industria.

Pese a lo que muchos puedan imaginar, las actrices y actores de la industria pornográfica, también son seres humanos, muchos se enamoran y mantienen relaciones con personas que no necesariamente pertenecen al mundo del entretenimiento para adultos.

En una reciente entrevista para la revista Vice , las parejas de tres famosas actrices de la industria pornográfica relataron sus experiencias sobre cómo mantienen una relación con una chica cuyo trabajo puede sorprender a más de uno.

Aaron y Joanna Angel

Aaron es una diseñador gráfico que se dedica al diseño de páginas web para empresas, es en ese ámbito que conoció a Joanna. Fue él quien le diseñó varias de las portadas de su web, y de muchos de sus videos.
Al inicio fue extraño para él, como un aficionado a la música, compara la industria pornográfica con la de música. Desde ese punto de vista, sintió que era más normal de lo que pensaba.

“Nuestra relación se hizo más fuerte cuando conocí su mundo; se volvió más agradable. Ahora que sé cómo funciona, no tengo ningún problema con las cosas que molestarían a cualquier otro hombre. La pregunta más frecuente es ‘¿cómo es ser novio de una chica que tiene sexo con otros hombres?’ Pero ya sé cómo funciona.

Aaron reconoce que su novia es la dueña de la empresa productora de contenido pornográfico, y ella es la que dirige todo, por lo que no se siente mal al respecto, de hecho, él mismo participa de muchas escenas.

Tyler y Sydney Leathers

Tyler jamás imaginó que terminaría teniendo por novia a una actriz porno, y reconoce que la industria pornográfica es completamente diferente a lo que la gente cree.
“La gente tiene la idea de que como es una estrella porno, seguro hace esto y aquello, pero nada que ver. Tiene mala fama pero no es como se la imaginan”, refiere sobre los rumores vertidos al rededor de Sydney Leathers.

Además, considera que la mayoría tiene una idea equivocada acerca de las relaciones sentimentales de las estrellas porno, la idea de que solo se relacionan con otros actores, él mismo no es ni piensa volverse un actor de la industria.

“Cualquiera creería que las estrellas porno solo pueden tener parejas que trabajen en lo mismo, claro, si es que quieren tener una pareja. Al principio me impresionó lo cariñosa que era conmigo y que no solo se trataba se sexo”, agregó.

Tyler hace un mea culpa, y reconoce que al inicio tenía una idea equivocada de la industria. Ahora la considera mecánica, como un trabajo más: “El consumidor promedio de porno no tiene idea de qué pasa detrás de cámaras. Aunque no lo crean, los actores porno son seres humanos”.

Donald y Annie Cruz

Donald es el más abierto de todos, el mismo se describe como una persona que solo buscaba divertirse, y fue en la entrega de los premios AVN (Premios a la industria pornográfica celebrada en Las Vegas) que conoció a Annie Cruz.
El fue vestido del ‘Capitán América’ como una forma de llamar la atención de las chicas que, según él, solo ven a personas con “sobrepeso” en ese tipo de convenciones.

Al instante congenió con Annie, con quien pasó la mejor de sus noches. Se sorprendió al enterarse de que la joven actriz tenía un programa de radio, el cual escuchó cuando regresó a su casa.

Siguió frecuentándola y ahora mantienen una relación considerada muy estable. Él mismo reconoce que, incluso, la acompaña a muchas de las escenas que realiza y la apoya. Incluso afirma que el sexo es mejor.

“Una vez la acompañé al set para animarla mientras realizaba una escena con un ruso enorme. Le gritaba: ¡Tú puedes, baby!”, comenta Donald en un arranque de sinceridad.

(FUENTE: peru21.pe)
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