¡Eres un cerdo!,...

Un relato de: Krakkenhere.

- Voy a preparar unas bebidas,…

Fue lo que dijo Dennis y sin más enfiló hacia la cocina de su depa, dejándonos a Roberto y a mí solos en la sala. Me revolvía yo muy intranquila en mi sitio, incómoda, haciendo tintinear los hielos de mi copa con maldisimulado desespero, tratando de no verle a los ojos, tratando de mirar desentendida los videos musicales de la tele. Su mirada morbosa, casi enferma, me desespera,… simplemente me desespera. Dennis alza la voz desde la cocina y me hace saber lo que yo me temía: ya está borracho a más no poder, y nos dice a los dos, que va a la tienda por otra botella de ron. Escucho la puerta posterior de la casa cerrándose de golpe,… y nos quedamos los solos.

A Roberto no le interesa si yo visto mis fachas de casi estar en casa y nada más (jeans y una blusa), o si usara una mini escandalosa o un escote descarado; a él no le llama para nada la atención eso: solo le interesa en realidad ver mi cara compungida, sin poder disimular mi incomodidad y que en mi rostro empiece a aparecer la mortificación y luego el asco que me provocan sus acciones y comportamientos. Va a la cocina, pone dos hielos más en su copa y regresa a la sala donde aguardo yo; por enésima vez mi mirada se cruza con la suya y me pongo histérica: sabe que me molesta que me mire con esa mirada, como si yo fuese cualquier cosa,… un pedazo de carne sin más ¡y siempre que alzo la vista hacia cualquier lado, Roberto me mira así!!! Ni siquiera me hace falta tenerlo cerca para no percibir su aroma: todo él huele solo a pura verga tiesa y chorreante. Trato de bajar la mirada (…siempre termino bajando la mirada frente a él,…) y le veo los pantalones que viste: no le interesa ni siquiera disimularlo: la tiene completamente tiesa, se muestra ante mi como esos viejos asquerosos exhibicionistas que gozan con que les veas cómo desvergonzadamente se les pone como una estaca delante tuyo; Roberto me es repugnante:

- …¿Porqué no te pusiste el topcito de la otra vez?,… -, me suelta de golpe, haciendo sonar su lengua, degustando su bebida, y recorriéndome asquerosamente toda con su mirada. - …¡Eres un cerdo!,… -, le dije sin disimular mi desagrado. - …Pero soy el tipo de cerdo que te enloquece, Karinita,… -, me suelta acercándoseme al oído, respirándome con fuerza, jadeante, haciéndome estremecer con su aliento pesado, enfermo,…

Roberto sabe muy bien que Dennis se va a tardar poco en ir y regresar a la tienda y no pierde el tiempo: no me dejó ni siquiera respirar, tras ofrecerme mi copa, la cual apenas sorbí un poco y dejé en la mesita frente a mi, ¡COMO UNA BESTIA ME TOMA CON FUERZA DE LA NUCA, SE PARA FRENTE A MI Y ME OBLIGA TIRONEÁNDOME DE LA CABEZA, A NO PARARME, A NO RETIRAR MI ROSTRO, QUE SE ENCUENTRA FRENTE A SU ENTREPIERNA!!!! ¡ES UNA BESTIA, ES UN SALVAJE: NO LE INTERESA SI GIMO COMO EN ESE INSTANTE, TRATANDO DE CERRAR YO MI BOCA , DESESPERADA, O SI PEGASE DE A GRITOS: IGUAL SE EXCITA!!!; mis esfuerzos para zafarme de su zarpa que me tiene prendida por la nuca, halándome hasta hacerme llorar de dolor, lo pone peor: como si fuese lo más fácil del mundo con la otra mano se baja el zípper y saca afuera su vergota casi negra,… enorme, palpitante, de cabezota morada, peluda y que me apunta a la boca, ¡NOOOOO, NO QUIERO, NO QUIEROOOO!!!; lucho sí, lucho pero él no me da tregua, apenas tarda segundos en hacer todo eso: me aprieta desde atrás el cuello y no le duelen para nada mis golpes ni mis patadas desesperadas ni le intimidan mis maldiciones,… solo le interesa lograr su objetivo: que yo abra la boca. Ya al final de mis fuerzas, lo hago apenas y como un enfermo desesperado, arremete con todo,…

¡NOOOOOOO!!!!, ¡OTRA VEZ NOOOOOOOO!!!!, …¡quiero llorar de vergüenza y de desespero: en un santiamén me mete su vergota por completo en la boca, ahogándome a lo bruto, enterrándomela hasta las amígdalas, sin importarle si me deja sin poder respirar o si me dan arcadas hasta el vómito, ¡SÓLO LE INTERESA METÉRMELA Y QUE ME LA TRAGUE TODA, ASI, A LO BESTIA!!!

Un par de uñas se me rompen contra sus jeans olorosos a macho con lo que sigue a continuación: ¡ese animal se prende como fiera con ambas manos de mi cabeza y empieza a hundírmela en la boca hasta las bolas y luego me tira hacia atrás, hasta que choque la cabeza de su pene asqueroso contra mis dientes por dentro!!!; ¡LO ODIO, LO ODIOOOOOO!!!!, hace que mi cabeza sea como una pera de box, yendo de adelante para atrás a lo loco, ensartada yo por la boca a su pieza, a una velocidad demencial, a la velocidad que a él lo excita, con un salvajismo que me hace sentir como una cosa, como un objeto, ¡como un simple agujero con labios dónde meter su verga, darle placer de inmediato y nada más!!!

Cierro los ojos pero igual empiezo a derramar lágrimas mientras me zarandea a su gusto, mientras disfruta golpeándome brutalmente con la cabeza de su pene lo más hondo de la garganta, obligándome a soltar todo tipo de sonidos guturales de súplica,… haciéndome odiarme a misma por ser tan débil, por callarme sus abusos,… ¡por soportar el dolor que siento en la mandíbula al obligarme así a meterme toda esa pieza en la boca, por soportar el dolor que mi naricita siente con cada embate contra su pelvis,… contra sus vellos enredados,… los golpeteos de mi barbilla contra sus bolas apestosas de macho excitado!!!, ¡PARA TE LO RUEGO, PARAAAAA!!!!,….

Apenas dura cinco minutos a lo sumo: empieza a bufar como bestia y lo que sigue me llena de vergüenza y de arcadas en las que se me va casi la vida; una inmensa, olorosa y agria marea de semen me llena la boca por completo, latiguea mi garganta por dentro e incluso casi, casi se me sale por la nariz, solo en ese momento me deja de zarandear y de un empujón, me tira contra el sofá: ha terminado conmigo y está feliz,.. y yo ya no le intereso. Termino llorando, en una crisis nerviosa, despeinada, como una loca, atragantándome con su leche animal, dudando si tragármela toda para no dejar rastro de su vejación o perder control de mí y expulsarla de mi boca (noooo,…eso lo excita aún más), desesperada, viendo si mi blusa o mis jeans no muestran manchas de su corrida animal, y con el rímel corrido por toda la cara,… ¡y muriéndome de vergüenza de ver cómo Roberto, sentado frente a mi, se burla de mi desazón, mientras me muestra su vergota ahora medio muerta y chorreante ante mis ojos,… toda pintarrajeada del rojo fuego de mi lápiz de labios!!!

A Roberto no le interesa si alguien se entera de lo que me hace o si me limpio luego de sus abusos o no: solo le interesa eso; obligarme a que se la chupe, vaciarse en mi boca y nada más: solo su enfermo y brutal placer. Tardo algunos minutos más pero me compongo en silencio y me limpio el rostro; lo suficiente como para que llegue Dennis y nos encuentre al os dos como que no pasó nada,… pero cada vez me cuesta más disimular, evitar que en mi rostro se revele la verdad: que Roberto me llena la boca de su lechada a su reverenda gana, cuando y cómo quiera y que casi todos los días, a todas horas, dentro de mi cerebro sólo está presente, el aroma de su sexo bestial y el sabor de su semen, abundante, caliente, oloroso y agrio.

Dennis regresó de la tienda y como siempre, no se entera de nada; se sienta entre nosotros y suelta un “¡salud, hasta que los perros nos orinen jajaja! “ que me deja sumida en la más profunda desazón: no trajo una botella de ron como yo rogaba en silencio; trajo dos y el frío de la noche lo ha emborrachado más aún. No terminaremos ni una botella y caerá en el sofá ebrio, privado, sin sentido… y no se enterará de nada. Roberto le mira, brinda con él con una enorme sonrisa y luego brinda conmigo,… sonriendo el muy maldito, diciéndome ya con los ojos, lo que se me viene.

Trato de beber poco, apenas casi nada, pues desde ya temo ir al baño,… sabiendo de antemano que si voy al baño esta noche, mi rajita y mi agujerito posterior van a recibir igual o peor castigo salvaje que mi boca,… ahora que sé que Dennis, mi novio, se va a quedar dormido de puro borracho,… y Roberto, su mejor amigo, va a quedarse “a cuidarme”,… como lo hace siempre, cada vez que bebemos o salimos juntos,…